Llevas toda la razón… “proyectos pequeños y marcarse pequeños objetivos”, pero incluso que la realidad y la sensatez te obligue a que ello sea así, siempre intentas en algún momento plantearte la posibilidad (ficticia) de cambiar en mayor medida las cosas.
Por eso, quizás sea bueno reducir ambiciones o adaptarlas a la realidad de aula de nuestro día a día. Ello, sin dejar unos máximos guardados y preparados por si se tercia la ocasión 😉